viernes, 7 de septiembre de 2012

Mejillón el Caracol

Mejillón era un caracol, todos le llamaban Meji. Como a todos los caracoles le encantaba guardar en su casita todas las cosas bonitas que le pasaban a su alrededor. Cosas materiales, recuerdos, detalles, todo lo que cupiese en ella. También sabía que en numerosas ocasiones era necesario sacar algunas de las cosas que tenía, es decir que ha vivido, sentido, imaginado, etc... para poder incorporar otras nuevas. Esto pasaba en la mayoría de las ocasiones. 
En su casita guardaba todavía el primer diente que se le cayó, siempre había un hueco en su casita para él. Pero hace poco tuvo que desechar la pequeña florecilla que le regaló su último amor. Él es consciente que no cabe todo y que las cosas que desaparecen de su casita dejan sitio para otras, quizás mejores o peores, pero tiene que arriesgarse a descubrirlo.
Desde hace tiempo guarda en su casita una pequeña sonrisa de alguien muy especial para él. Es consciente de que por culpa de esa sonrisa no caben otra muchas cosas. Sabe que esa persona no está hecha para él, pero hay algo en su interior que le impide desecharla.
Meji, un día, paseando sin rumbo se encontró, con algo precioso, algo que nunca había visto... Una estrella fugaz. Fue un segundo lo que duró esa imagen en su retina pero lo suficiente para saber que ese instante tenía que estar siempre en su casita. Se puso nervioso ya que no sabía cómo hacerle un hueco... Finalmente decidió desechar el recuerdo de su primera hoja de lechuga… ese sabor tan dulce y fresco, ya que todos los días lo volvía a sentir, aún sabiendo lo especial que había sido ese primero.
En su camino, en el camino de su vida, Meji iba buscando deshacerse de esa sonrisa tan especial para él… Pero no sabía cómo conseguirlo, algunos le decían que el tiempo le hará encontrar algo o alguien que lo pueda suplantar, pero él estaba convencido de que ese alguien o algo nunca llegaría. Otros caracoles le habían hablado de que su casita en realidad podría tener el tamaño que el quisiese, que en ella podría tener lugar cualquier lugar, momento u objeto, todo estaba en su cabeza. Pero Meji no estaba convencido de eso, necesitaba encontrar algo en su camino que le ayudara a deshacerse de lo que en realidad no quería…
¿Quizás otra sonrisa? ¿Quizás un destino? Sólo él tendría que descubrir en su camino qué tendría que encontrar...
Angus =)

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