Mejillón era un caracol, todos le llamaban Meji. Como a todos los caracoles
le encantaba guardar en su casita todas las cosas bonitas que le pasaban a su
alrededor. Cosas materiales, recuerdos, detalles, todo lo que cupiese en ella.
También sabía que en numerosas ocasiones era necesario sacar algunas de las
cosas que tenía, es decir que ha vivido, sentido, imaginado, etc... para poder
incorporar otras nuevas. Esto pasaba en la mayoría de las ocasiones.
En su casita guardaba todavía el
primer diente que se le cayó, siempre había un hueco en su casita para él. Pero
hace poco tuvo que desechar la pequeña florecilla que le regaló su último amor.
Él es consciente que no cabe todo y que las cosas que desaparecen de su casita
dejan sitio para otras, quizás mejores o peores, pero tiene que arriesgarse a
descubrirlo.
Desde hace tiempo guarda en su casita una pequeña sonrisa de alguien muy
especial para él. Es consciente de que por culpa de esa sonrisa no caben otra
muchas cosas. Sabe que esa persona no está hecha para él, pero hay algo en su
interior que le impide desecharla.
Meji,
un día, paseando sin rumbo se encontró, con algo precioso, algo que
nunca había visto... Una estrella fugaz. Fue un segundo lo que duró esa
imagen
en su retina pero lo suficiente para saber que ese instante tenía que
estar
siempre en su casita. Se puso nervioso ya que no sabía cómo hacerle un
hueco... Finalmente decidió desechar el recuerdo de su primera hoja de
lechuga… ese sabor tan dulce y fresco, ya que todos los días lo volvía a
sentir, aún sabiendo lo especial que había sido ese primero.
En su camino, en el camino de su vida, Meji iba buscando deshacerse de esa
sonrisa tan especial para él… Pero no sabía cómo conseguirlo, algunos le decían
que el tiempo le hará encontrar algo o alguien que lo pueda suplantar, pero él
estaba convencido de que ese alguien o algo nunca llegaría. Otros caracoles le
habían hablado de que su casita en realidad podría tener el tamaño que el
quisiese, que en ella podría tener lugar cualquier lugar, momento u objeto,
todo estaba en su cabeza. Pero Meji no estaba convencido de eso, necesitaba
encontrar algo en su camino que le ayudara a deshacerse de lo que en realidad
no quería…
¿Quizás otra sonrisa? ¿Quizás un destino? Sólo él tendría que descubrir en su camino qué tendría que encontrar...
¿Quizás otra sonrisa? ¿Quizás un destino? Sólo él tendría que descubrir en su camino qué tendría que encontrar...
Angus =)
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