lunes, 9 de abril de 2012

Él y ella

El único deseo de él era estar con ella... Hacía todo lo posible por que sus vidas se uniesen. Cosas sin sentido, aparentemente par el resto de la humanidad, pero que él sabía que le hacían estar vivo. Cuando le veía su corazón se aceleraba, su boca se le secaba y no le podía mirar a los ojos. Sentía esto desde hacía muchísimo tiempo, demasiado quizás. Él sabía que en realidad no era correspondido, pero el amor tiene este tipo de cosas que hacen no ver más allá. No tenían muchas cosas en común y él sabía que nunca tendrían futuro, pero aún así seguía sintiendo algo especial. Quizás porque en el fondo tenga la esperanza de que no sea así. 
Desde que le conoce ha habido muchos capítulos de amor, bueno mejor dicho de desamor. Para él eran muy intensos pero para ella eran momentos en los que veía a una persona que le hacía gracia. 
Él ha tenido un montón de parejas, pero ella siempre estará ahí... Lo ha intentado todo para olvidarse de ella: Terapias en las que se ponía a pensar cosas negativas, conocerle más para odiarle, pero todo era imposible...
A lo largo de este tiempo aunque sea una persona bastante vergonzosa ha sido capaz de robarle algún besito. Para él ha sido una de las mejores sensaciones que ha vivido nunca, para ella fueron varios errores.
Él es capaz de cerrar los ojos, pensar en ella y congelársele hasta el corazón. 
Uno de los capítulos más intensos que vivieron fue un día que por casualidades del destino durmieron juntos. Él a penas pudo dormir en toda la noche ya que no deseaba otra cosa más que besar sus labios, ella sólo quería dormir. Él no quería que se acabase nunca aquella noche, intentó alargarla todo lo que pudo. En todo momento, aunque lo desease un montón, no quiso meterse dentro de las sábanas, ya que quería quedar como un caballero y no agobiarla.
Esa noche consiguió el efecto contrario ya que hablaron un montón y descubrió una faceta de ella que no conocía. Ella se desnudó ante él, y aunque no era exactamente lo que él se había imaginado, le encantó cómo desnudaba sus sentimientos ante él. A él le gusta mucho escuchar y sobretodo que escuchando se sienta bien la gente. Eso cree que lo consiguió y por eso cada vez estaba más feliz. Cuando ya el sueño pudo más que ellos se quedaron dormidos... A los cinco minutos él se despertó y necesitaba un abrazo de esa persona tan importante para él, la despertó, se lo pidió y ella accedió. Durmió lo poquito que les quedaba de noche con los brazos de ella rodeándole. Como otras veces para él fue una de las mejores sensaciones que ha vivido nunca, para ella... seguramente… otro error...
Que caprichoso es el amor, cómo nos puede hacer sonreír tanto pero más aún sufrir tanto... Esta historia espero que os haga reflexionar sobre esas cosas que todos hemos sentido alguna vez y si  pensamos o no que merece la pena seguir luchando (o sufriendo) por ellas. En la mayoría de los casos esto no se puede controlar. Yo personalmente creo que aunque nuestro personaje se dé cabezazos contra la misma pared todo el rato, debe seguir intentándolo. Nunca se sabe cuándo se puede romper la pared… 
Angus =)

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